jueves, 10 de septiembre de 2009

recuerdos dinopiano

Hoy sin ganas de ver la luz, lo bueno es que ha amanecido nublado. Me tiembla el cuerpo, tengo sueño y no sé si lo que veo es realidad. Creo que comienza otro episodio psicótico.
Toda mi vida había creído que de niña tenía un dinopiano, hoy no sé si es verdad pues he preguntado en mi casa y nadie se acuerda. Yo sin embargo, me acuerdo que no había alcanzado uno de color morado sino verde, sentía que no me gustaba mucho pero que lo tenía. Ahora el recuerdo es vago, realmente no sé si me lo inventé desde niña o fue verdad. Esto comienza a darme miedo, quizás desde niña imagino las cosas, las realidades que nunca fueron...
dejaré una pausa en mi vida, iré a buscarme al pasado.

viernes, 4 de septiembre de 2009

notas , notas, notas

YO NO VEO TV, PERO TODO EL DÍA EN EL FACEBOOK

Al inicio de la tv, se pensaba que era la caja estúpida, enajenante, al paso de los tiempos este aparato electrónico se fue haciendo indispensable en todos los hogares, la tv se convirtió en la niñera de los hijos, en el canto arrullador de los abuelos y en el descanso de los padres. Cada uno de la familia ocupaba su lugar frente al televisor. Una caja que mareaba, distraía, alienaba a las personas. . Les aliviaba el dolor del corazón con las telenovelas, donde el actor más guapo se casaba con la más bella; los villanos tenían su merecido, y las vecinas les temían a los malvados. De esta manera todo era felicidad, pues esa caja de colores les mostraba otra realidad más agradable, lo que cada uno de nosotros no podíamos ser. No los dejaba siquiera pensar en otra cosa que no fuera el detergente que pasaban en la tv, las tortillas de harina, los dulces, todo estaba en el catálogo de la pantalla, tan solo pararse e ir a la tienda por un predeterminado producto.
Con el auge de la tecnología, no se piense que la tv ha dejado de estar en un segundo plano (no del todo), pero por lo menos todavía la tía, los papás y los abuelos siguen consumiendo esa tecnología, cuántos televisores tienen en cada casa? Más de uno, sería una respuesta apropiada. Pero ahora ha surgido un contrincante, la computadora, la hermanastra de la televisión. La PC pasa de una herramienta de trabajo a entretenimiento visceral; toda persona tiene el derecho de crear un usuario y contraseña en cualquier página existente, además de manejar la información a su antojo, sin poder asegurar si es verdad o ficticio.
Programas como crea una mascota a tu manera, vístela, compra, compra, intercambia, haz visitas a tus vecinos para obtener dinero. Haz una vida virtual, ten una casa, mantenla, cuídala, etc. Todo lo que nunca has podido tener lo tendrás en una segunda vida, la virtual, y si tienes suerte podrás conocer a tus amigos en persona. Pero esta vida virtual se vuelve una tempestad en la mente del espectador, hace que se genere un morbo explosivo; ahora los personajes son los usuarios, ya no pasa como en la novela, los malvados no se salían de la televisión, nooo! Ahora los malvados pueden ser tus amigos, los puedes exhibir en toda la red.
Tal es el caso del programa Facebook, que un principio se generó como una aplicación donde los artistas podían vender, promocionar, hasta subastar su arte. Sin embargo, este concepto cambió cuando el número de usuarios fue creciendo, a partir de entonces muchos se enteraron de esta herramienta, donde podías encontrar a tus amigos de antaño, saber qué es lo que pasó con ellos durante el tiempo que estuvieron ausentes. Resulta que el Facebook pasó de ser una herramienta de los productores a una pantalla de revista con acceso a todo aquel que te tuviera en la red, donde cuenta quién es el que tiene más amigos, quién se la pasa haciendo test, quién le pregunta a una absurda galleta que le pasará en cinco minutos y como la galleta es tan positiva resulta que siempre le da ánimos para seguir preguntando, aunque la frase ya le haya salido a otros cien usuarios más.
Lo privado se vuelve absolutamente público, si te quieres enterar que es lo que hizo tu amigo, no importa habrá quien lo delate, quién publique una foto suya en otro muro. Todo esto le mueve el morbo y lo mejor (por así decirlo) es que el usuario puede interactuar, esto es lo adictivo del asunto. Este mundo de presunción, donde los demás te cuentan a dónde irán, qué harán, quienes son tus amigos, qué hacen en sus ratos libres, cómo son para besar, que signo son, no platican por el MSN (porque no les interesa lo privado), quieren una vida pública, estar en una sociedad virtual. Entonces menudo negocio este del morbo, realmente estoy pensando en buscar a los creadores del programa porque la receta ya la sé.
No veremos televisión, pero ahora las PC son las que no se apagan. Haremos una cita por el Facebook.
Así que si quieren que sepan algo de ustedes éntrenle al Facebook y si no tiene cuenta vaya sacando una, porque lo más probable es que ya hayan hablado de usted. Pero diviértase, usted controla la máquina. Sáquele provecho!
RRE