viernes, 12 de junio de 2020

yo y la cuarentena


Ya tenemos casi tres meses resguardados por un virus que llegó así de repente, hice un repaso de los días encerrados en una casa, tres personas: dos adultos, una niña y esto sucedió así.
Durante la primera semana mi hija se enfermó por una vacuna, la urticaria le duró más de una semana, entre la temperatura, el cambio de rutina y las desveladas no me podía adaptar en un horario fijo. Luego por recomendación de una amiga, me dijo planea una rutina acorde a los horarios de tu hija, sin descuidar lo demás, poco a poco creamos una rutina y hasta ahorita me ha funcionado, todos los días nos bañamos a la misma hora, comemos en el mismo horario y claro la hora de dormir se ha respetado (por lo menos el sueño de ella) a más no poder.
Luego durante las semanas siguientes, me hice cocinera, hice postres, pizza, pan de horno (jajaj me dio risa cómo quedó), luego llegó el calor y comencé a hacer bollos de leche (unos cuantos) vi que me resultaba más práctico comprarle a la vecina. Después mi hija comenzó a pintar, rayó todas las paredes, le compré libretas, una caja de colores que le encantó, pintura digital, a veces todavía pinta. Ahora estamos en la etapa de los bloques, construye bloques. Mientras nosotros volvimos a agarrar la rutina de ver series, películas de vez en cuando y yo comencé a desvelarme por las noches para terminar mis pendientes.
A veces, algunos días son más caóticos que otros, pero sigo en pie de continuar con mi rutina, una rutina que no falla sin estresarme si no se cumple. He visto que los lunes son los peores días, más caóticos, más intensos, porque uno pierde el hábito de estar sentado frente a la computadora. Intenté hacer ejercicio, yoga, pero cada que hacía una posición el ser pequeño de la casa se trepaba encima de mí, perdí la esperanza y mi cuerpo se embarneció ajjaja.
La comunicación ha sido un poco rara, entro un poco más al Facebook, comento un poco más. Las videollamadas aumentaron, incluso, pude ver a mis tíos y primos que tenía mucho que no los veía, todos bien guapos como siempre. En el trabajo los grupos de whats fueron quedándose callados, los memes se fueron haciendo menos. Solo quedaron los mensajes de mis siempre amigos, los de antaño, algunos de ellos han regresado y todos los días nos hablamos solo para saber que seguimos de pie en esta cuarentena.
He disfrutado mi casa, mi familia, el ver crecer a mi hija y en cuidar más a mi mamá (de vez en cuando voy, con todas las medidas de seguridad, creo que es la persona a la que no puedo dejar de visitar, aún en esta guerra).
No sé cuantos platos hemos lavado, cuantas comidas hemos preparado, hasta hemos hecho platillos inventados, el reto: hacer algo con lo que tengas en el refri. Aunque mis ojeras digan que estoy cansada, que ya me vale salir sin maquillaje en las juntas, en las fotos del Facebook, ya saben siempre estaré con la mejor actitud ante cualquier adversidad.
Hemos vivido la muerte de otras personas, de músicos, de actores, etc. pero ya saben la vida sigue. Y si alguna vez te sientes que tu día es caótico, aquí estaré para leerte, para darte apoyo o solo decirte: ¡me imagino!
Comienzo a escuchar música cuando trabajo, eso va indicando que me sigo adaptando a esta modalidad, tenía mucho que no lo hacía… voy viendo un mejor panorama, creo que saldremos pronto de esto.

domingo, 9 de octubre de 2016

Plonger

Se dice que plonger en francés es una especie de sumergirse, pero de manera depresiva... Hoy hablaré de la muerte, esta fase de la vida que ha estado muy ligada a mí últimamente. El dolor de perder a una persona es diferente de acuerdo a la cercanía con ella, es decir, la muerte de un abuelo, de un padre, de un hijo, seriamente son cosas diferentes. Sin embargo, no es la muerte lo que me trae a este escrito sino es el tiempo, esa manera morbosa de ver la muerte cuando alguien se va (muere). Cuando alguien se va, sientes que el tiempo se detiene es como un sumergirse en el mar, en una alberca, cuando te zambulles, se va el sonido, las palabras se hacen más lentas, los movimientos desaparecen, son fracciones de segundos, pero tu cuerpo ha quedado en el vacío suspendido, tus brazos, tus piernas, tus órganos, dejan el movimiento por segundos, no hay reacción, ni siquiera existen los demás. Tu cabello se suspende, el agua acaricia tus cabellos, que aún están arriba sin llegar al fondo, pero cuando tu respiración reclama aire, es entonces cuando vuelves a la realidad, a patalear, a mover los brazos a impulsarte hacia arriba. Pareciera que todo se detiene, que las horas pasan sin sentido, que estás en el aire, la vida continua. La muerte es una pausa para recordarte que sigues vivo, que el tiempo no se ha detenido las demás personas siguen con su rutina. Tú eres quien ha hecho una pausa para continuar, para agarrar fuerza del mar, de la tierra, de la naturaleza por sobrevivir. El tiempo ha pasado, mientras tú te quedas en una pausa larga para reflexionar, para sentir el dolor de la ausencia. Esa ausencia que estará presente de ahora en adelante, sin embargo esa persona no se irá de tu vida, porque al menos todos los días pensarás en esa persona, en algún minuto del día te acordarás de esa persona, pidiendo que te dé señales de existencia, las cuales no se presentarán, pero esa persona estará en tus pensamientos, en tus actos, quizá reconozcas algunos rastros en ti. El seguir con tu tiempo es lo difícil, sin embargo la vida continúa, para que puedas cumplir lo que te toca. Este plonger es solo para reconocer que tu vida debe de seguir.

jueves, 8 de octubre de 2015

Ruidos de ciudad


A las 6:00 se escucha el gallo cantar, media hora después se escuchan las campanas y a veces me pregunto si alguien irá a misa a las 7:00 a.m. Cuando ya amanece las aves gritan, no sé qué especie de ave sea pero siempre está en mi ventana, como si supiera que tengo que levantarme, abro los ojos y veo que me observa, está al pendiente.
Los niños nunca dejarán de gritar, los departamentos están callados como si no hubiera gente en ellos, quizá todos trabajan por las mañanas, lo bueno es que vivimos lejos de la calle y no corremos tanto riesgo para los ladrones. Me asomo por la ventana y veo la ardilla correr por la barda ¿los gatos se comerán a las ardillas? Veo que la pequeña ardilla se esconde en el gran terreno. En el kínder de al lado se escucha que ahora ensayan un musical (pero para qué fecha, si es octubre) “Luis mueve los brazos” cuando el mariachi loco suena muy fuerte.
Once, los niños salen al recreo, tantos gritos, tantos juegos, llantos, maestras gritando se desarrollan en media hora. Doce del mediodía las gallinas cacarean porque es probable que estén “poniendo”. El tren a lo lejos es casi la una de la tarde y pleno tren atraviesa la ciudad como si no fueran horas pico, como si la gente no tuviera hambre o tuviera que llegar al destino; busco rápidamente la guía o el horario del tren y lo único que encuentro son noticias de “el tren debería de entregar un horario” pero no, al gobierno de N.L. no le interesa que los ciudadanos normales les estorbe el tren para pasar; para colmo el tren se detiene a medio camino enfureciendo a taxistas, ruteros, maestros, niños gritando en los coches porque tienen hambre…
Mi gata maúlla porque es la hora de comer, se escucha que la vecina llega a comer y pronto se irá a las dos de la tarde. Abro la puerta del departamento y la música del vecino suena, lo bueno es que tiene buen gusto y no incomoda, comemos escuchándola.

Como ya es hora que mi casa esté llena, los ruidos ya no importan, todo vuelve a ser común. 

viernes, 25 de abril de 2014

Regresar

Desde que empezó el año he tenido una serie evolutiva de comportamientos. Este año es mi reconocimiento. Retomé la lectura y eso me ha impulsado a escribir, llevo unas hojas sobre un relato llamado Eusebio, que espero iré desarrollando.
También he tenido un sueño sobre Virgilio y el infierno, síii he ido al infierno:

Soñé que estaba a un lado de Virgilio, hacía un calor tremendo pero no sudaba. Esperábamos al Caronte para bajar sobre las cavernas funestas de la vida, las aguas tibias de ese lugar insospechado se desplegaban bajo los lamentos de sus habitantes. Virgilio como buen guía alumbró al Caronte, “vamos” dijo, entre su voz parsimoniosa y las llamas del infierno. Esta vez no iríamos a ver a Beatriz amada de Dante, sino íbamos por mi propia alma. Nueve círculos para descender, lentamente cumpliendo las estrictas leyes de un sistema, cada círculo era más cruel más abominable. En eso desperté.

Buena vibra!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

¿esconderse?

¿Por qué a veces cuando te negamos a hacer algo o ir a un lugar, nos escondemos? ¿te ha pasado? Bueno pues conozco varias personas así, siempre he tratado de ser sincera conmigo misma. Pero lo me molesta que la gente se esconda, porque simplemente no puede decir que no quiere ir.
 
Pretextos
Viene del latín y según la RAE significa:

pretexto.
(Del lat. praetextus).
1. m. Motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo o para excusarse de no haberlo ejecutado.
 
Sin embargo uno puede evitar los pretextos y sentir culpas posterior a ello, tan solo con decir: no quiero ir, no deseo estar ahí, que de cualquier manera todo está admitido si la otra persona no lo entiende entonces ya no será problema de uno, sino del otro. Pasos para evitar los pretextos:
  • Considerar si lo que harás te agrada o no.
  • Ser sinceros contigo mismo.
  • Decir NO quiero, no tengo ganas, que esto es muy válido.
  • Liberarse de culpas.
¿Qué pasa si uno sigue acumulando pretextos a lo largo de su vida? Algunas cosas que pueden pasar son:
 
  • Se hará una bola nieve y realmente terminarás haciendo lo que las demás personas quieren y lo que tu quieres lo irás reprimiendo.
  • Justificarás tus ausencias con cualquiera, para sentirte bien y hacerte creer que estás en lo cierto. Sin embargo el no querer ir es la única justificación válida.
  • Llegará un momento en que creas tus propias mentiras.
 
 
Así que mejor libérate y comienza a decir qué te gusta o qué no. Ya estamos lo suficientemente grandes para decidir. Sé sincera contigo misma.
 
 
 
 
 
 

jueves, 18 de julio de 2013

Es tarde


Abrió los ojos cuando eran las 4:00 a.m. Se volvió a dormir, de pronto escuchó su propia voz que decía ya ha pasado mucho tiempo, despierta es tarde. Entre el sueño se asustó al reconocer su voz y el volver abrir los ojos, miró nuevamente el reloj, eran las 5: 00 a.m.

Salió de su casa colocándose la corbata morada, había elegido ese color porque era el cumpleaños de su esposa, pero olvidó que ella estaba de vacaciones. De pronto se descubrió teniendo este pensamiento ¿Cómo era posible que se fuera de vacaciones precisamente en la semana de su cumpleaños?, ¿qué relación tenía con la corbata morada y el festejo?, vio su reloj, nuevamente se apresuró a tomar la avenida que lo llevaba a su trabajo. ¿Qué estará haciendo ella en este momento?. Vio en su corbata puntos rojos que combinaban con el morado.

Llegó a su oficina, de pronto vio que había un pasillo largo y profundo, las paredes parecían viejas entre el color amarillo y verde, la luz era potente que destellaba en sus ojos, de pronto pensó ¿en dónde me habré manchado de rojo? Siguió caminando y la habitación se hacía cada vez más grande, grande, sus ojos no podían contener las imágenes, pensó en sacarle una fotografía y mostrársela a su mujer una vez que llegará de ese viaje tan fantástico. De pronto, esto es un sueño se entredijo, se vio al final del pasillo, vio que sus manos iban directamente a su boca y escuchó su voz despierta, es tarde.

martes, 29 de enero de 2013

ancla

Tengo el ancla de mi pie
Me detiene y sobrepasa
aún así puedo avanzar
ahora que tengo los pies en la tierra
pienso mejor las cosas,
sé que vendrás con tus brazos largos
como cometa, yo seré tu ancla.
Mis pies no avanzan porque me quiero detener
a ver el cielo hermoso del invierno que termina.
Tengo frío en mi ancla
quisiera correr pero sé que no es el momento
ahora tú vendrás a sentarte a un lado
para observar como mi ancla me detiene
la levantarás y me llevarás en brazos
hasta otro punto, lo harás, lo haré.
Entonces veré que mi ancla es menos pesada
solo entonces podré caminar hacia a ti
a recorrer los sueños que tenemos
Elevo anclas para alcanzarte
para caminar juntos
Todo queda tan lejos en este momento
tendré que correr.
Voy a correr.
Estoy corriendo.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Nacimiento

Creo que nací en el año 1989, aunque realmente ya tenía diez años. No tengo recuerdos de años anteriores o tengo algo muy vago.
1986, se vive el Mundial de futbol en México, pero solo recuerdo que se llamaba Pique y era un chile con bigotes jajaja, no sé por qué solo recuerdo eso.
Pero el año más impactante fue 1989, fue el despertar de mi concienca. Conocí muchas palabras y dolorosamente su significado. Siempre fui una niña delgaducha, de estatura media pero ese año me sentí minúscula ante lo que pasaba en el mundo.

Septiembre 17 de 1989, mi papá llegó a casa por la mañana, estaba muy oscuro recuerdo que mi habitación se veía la nubosidad y veía todo el cielo negro, escuché que mi papá le decía a mi mamá "no pude cruzar el puente tlteca porque no están dejando pasar a las personas, prende la televisión porque se desbordó el santa" Creo que eran las 6am y traía en la mano un escudo del águila mexicana.  Luego comenzamos a ver que el río Santa Catarina había crecido muchísimo, que había locura porque cuatro autobuses los había arrastrado la corriente, en las imágenes se veía el techo de una carpa de circo, "se fueron los animalitos, y también se llevó a la reyna de las uvas de..." muertes, personas buscando familiares, personas que solo vinieron a morir, que solo pasaban por la ciudad. En la central de autobuses alguien mencionó que Morones era más seguro que Constitución, pero fue ahí donde los autobuses los arrastró el agua.
Durante semanas, meses tomamos agua hervida porque decían que había cadáveres en el drenaje, que el cólera podía surgir. Mientras en las noticias pedía ayuda, había montones de alimentos de apoyo, fue ahí donde conocí la palabra "damnificados". Todos los días lloraba frente al televisor por la gente muerta por los damnificados que habían perdido su hogar, sus cosas, sus animales y su familia. Poco a poco fue sanando el dolor de la ciudad, el agua se fue haciendo limpia y las lágrimas fueron desapareciendo.

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Se acercaba el invierno en México, noviembre 9, 1989. Se acercaba el cumpleaños de mi hermana la mayor, cuando veo en la noticias un lugar cubierto de nieve, era una carretera. Dan la noticia de que el Muro de Berlín estaba cayendo... Cuando era pequeña mi mamá nos decía "no te sueltes de la mano, porque en un país muy lejano pusieron un muro, dejando a las familias separadas" era tan increíble que pasara eso, bueno a los diez años me di cuenta que ese muro había caído, que algunas familias se podrían reencontrar. Pasaban imágenes de gente llorando, trepando el muro, brincando hacia el otro lado, abrazos de recuentro, lágrimas. El avance y retroceso en un solo territorio.

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Tres años mi preocupación se volcó cuando la URSS desapareció, ¿cómo era posible que un país desapareciera? no era posible. El mundo sigue su curso seguimos siendo azotados por fenómenos naturales y por los provocados por el hombre...

viernes, 13 de julio de 2012

Silencio

Sueño onírico, desde la voz de Dalí...

Qué difícil querer escribir lo que uno piensa... me encuentro aquí en una hoja blanca tratando de tomar la decisión. No sé si sea lo correcto, pero quién determina si lo es o no, uno mismo no? y si tomo la decisión por lo menos ya he dado el paso de decidir. Solo el silencio me puede acompañar en este momento, creo que no hay poder divino o terrenal que pueda responder las dudas que tengo... trato de escribirlo en agua, en papel y quemarlo en la chimenea. Quizás se acerque el frío en verano. O la lluvia nuble los cielos? ¿por qué no puedo decirlo? pero ¿decir qué?
Solo los demonios de la mente lo saben... por cierto el martes y jueves pasa la basura, hay que sacarla de la mente...

jueves, 5 de julio de 2012

La personalidad del mexicano en el siglo XXI

Cuántas veces nos hemos encontrado con una larga fila en un pago vencido? o pidiendo prórroga para realizar un trámite. La mayoría de las veces dejamos las cosas para la última hora el último día del trámite o cualquier evento.
Pensamos en cambiar al país pero seguimos con los mismo vicios. En estos días he estado pensando en las características de la personalidad de nuestro país y es imposible dejar de escribir sobre las elecciones de Presidente, por ello enumero algunas característica de los vicios que tenemos:
1. Solo suben de puesto aquellas personas que: hacen trampa, tienen palancas o dinero.
2. Cuando un ciudadano sube honestamente en un puesto, hay cinco más queriéndolo sabotear.
3. Ver individualmente las situaciones, nunca hay un generalizado. Por ejemplo en un equipo, ver de manera independiente, para sobresalir, cuando no se da cuenta que si ganan en equipo se reconocerán a todos.

Creo que si cambiamos cada uno nuestra personalidad, estaríamos trabajando en equipo para cambiar al país. Muchas de las veces, las personas en el poder se ven enajenadas por la riqueza económica, que tienen que rellenar un vacío interno. Lo superficial en este país le gana a lo interior, al bienestar de la mente.

Es imposible callar ante la situación que vivimos en el país. Un organismo de poder les diga a los mexicanos que son ciertos los números que proporciona, cuando la evidencia de fraude está latente, quieren que seamos ciegos ante la situación, un gobierno que miente e impone, solo refleja la personalidad del mexicano, solo mentir se lee en su discurso. ¿Qué nos espera con un candidato que solo piensa que la apariencia es importante?, me gustaría preguntarle: ¿Por qué quiere la presidencia del país? ¿Por qué quiere tener el mando de un país, que se va cayendo a pedazos? ¿La inteligencia es un rubro que cultivará en su sexenio?

Triste me despido de este escrito.

jueves, 10 de mayo de 2012

episodio tonto

Episodio tonto que me gusta contar:

Recientemente nos cambiamos de casa, ahora nuestros rumbos son las calles del centro, hay cierto misterio en las luces, en las avenidas, los indies (indigentes) duermen afuera de las casas, yo no me doy cuenta porque vivo en un segundo piso, donde no se escucha el ruido y menos sabemos si pasa algo; pero al abrir la puerta al exterior: te explota el mundo en la cara, ves que afuera hay basura, camiones haciendo ruido, claxon, semáforo en rojo, avanza, alto, sigue...
Estábamos escuchando un grupo llamado Voltax, grupo de metal, suena bien, suena a metal, suena a acero...
Pasábamos por la Álvaro Obregón, la luz del sol se había ido, pero aún no era de noche completamente, luz amarilla, luz de coches, luces de neón. Fue cuando Marcos me dijo algo de la Álvaro Obregón, algo así de miedo jajaja, entonces hizo su cara de diablo, la que me da miedo jajaja, le digo "bueno, aquí te quedas" jajaja, luz verde, acelerooo a toda velocidad jaja, volteo a  mi lado derecho y por más que aceleré seguía en su asiento JAJAJAJA me dice, qué tonta JJAJAJA nos atacamos de la risaa...

jueves, 15 de marzo de 2012

la langue

bon, je returne mon blog, je veux parler de tous les choses que je suis vécu pendant l´hiver. Bon, papa nöel n'est pas visité ja! je ne l'aime plus ja. alors, papa Nöel n'existe pas JOjo!
por quoi j'estudie francais? c'est une langue que je connais, ma mere est francaise et mon pere marroquie jaaja, commme dit Manu mama is the queen de mambo, papa es the king of congo!.
Mourir de rire (MDR).

viernes, 23 de diciembre de 2011

me gusta contar la historia de cómo nos conocimos

"La primera vez que lo conocí" diría Joe en uno de sus diálogos. Así empieza mi historia, un amigo vivía cerca de mi casa, a dos cuadras, tú tan amigo de él desde los trece años, ibas por mi casa, me gusta imaginar que alguna vez tropezamos por alguna calle, tú con pelo largo, ondulado, yo con mis rodillas delgadas y mi cola de caballo. Quizás pasamos el pozo del diablo, nos entretuvimos viendo una rata como se metía por los pozos llenos de moho. Bueno pero se supone que debo de contar lo romántico de la historia. Tan cercanos desde los 13 años y tan lejanos. Si no ha de ser porque el papá de tu amigo salía con tu mamá, quizás nunca nos hubiéramos conocido.
Pasé la primaria, secundaria, prepa, normal, sin saber que andabas cerca de mi casa. Luego cuando entro a la facultad en los últimos semestres, conocí a mi vecino, sin saber que vivía a dos cuadras. Pláticabamos de unas historias similares de cuando él se hizo socorrista (igual que tú), cuando entraron a la misma prepa (donde yo hice mi servicio social) y yo sin saber de ti.
Después de unos años mi amigo y yo hicimos buenas amistades, aunque había espacios largos que no nos veíamos.
Mi amigo me invitó a su fiesta de cumpleaños, ahí te conocí. La primera vez que te conocí, yo traía issues emocionales, salía con un chico, que fue desapareciendo. Me pareciste algo raro, con un pensamiento divertido, inteligente, que podías hablar de literatura sin problema alguno, también podías imaginar cosas irreales, de esas con las a diario bromeo. Sin sarcasmo, eso me lo llevo yo.
Me pediste mi correo, así como no queriendo la cosa, yo no me sentí intimidada te lo di, no me imaginaba los planes que teníamos juntos. Platicábamos por el msn, de pensamientos profundos y que no podíamos compartir con cualquiera. Después de dos años de tener una amistad por correo, un día me dices hacer un viaje.
Me invitaste a comer a la Langosta, acepté, raro, era diciembre como hoy. Te volví a conocer, eras realmente bueno en tu platica y gracioso. Después de años me confesaste que esa vez habías comido poquito para que no me asustara jaja, ahora haber si dejas bocado en el plato.
En el viaje, dormimos en el coche, era un campamento que definitivamente yo no llevaba casa de dormir y la tuya la habías olvidado en tu casa, fue a propósito? dormimos uno en cada sillón, tenía miedo de ti, tenía miedo sentir. Por la mañana el coche estaba todo ahumado por el vapor, hacía frío, fuimos al río, tiempo después me confesaste que me querías besar. Después en enero frío seguíamos saliendo, hasta que te pregunté ¿qué somos?
Nos pasábamos horas platicando, diciendo, había veces que no me quería ir, viendo películas, escuchando música, un día me pediste que me quedara para siempre y aquí sigo.
Hemos perdido mucho, pero nos hemos ganado uno al otro, todos los días me despierto pensando en lo maravilloso que son estos momentos.
Nos conocimos en el momento preciso, a veces siento que debí conocerte antes, cuando tenías 17 pero que el tiempo es justo.