viernes, 25 de abril de 2014

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Desde que empezó el año he tenido una serie evolutiva de comportamientos. Este año es mi reconocimiento. Retomé la lectura y eso me ha impulsado a escribir, llevo unas hojas sobre un relato llamado Eusebio, que espero iré desarrollando.
También he tenido un sueño sobre Virgilio y el infierno, síii he ido al infierno:

Soñé que estaba a un lado de Virgilio, hacía un calor tremendo pero no sudaba. Esperábamos al Caronte para bajar sobre las cavernas funestas de la vida, las aguas tibias de ese lugar insospechado se desplegaban bajo los lamentos de sus habitantes. Virgilio como buen guía alumbró al Caronte, “vamos” dijo, entre su voz parsimoniosa y las llamas del infierno. Esta vez no iríamos a ver a Beatriz amada de Dante, sino íbamos por mi propia alma. Nueve círculos para descender, lentamente cumpliendo las estrictas leyes de un sistema, cada círculo era más cruel más abominable. En eso desperté.

Buena vibra!

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