También he tenido un sueño sobre Virgilio y el infierno, síii he ido al infierno:
Soñé que estaba a un lado de Virgilio, hacía un calor
tremendo pero no sudaba. Esperábamos al Caronte para bajar sobre las cavernas
funestas de la vida, las aguas tibias de ese lugar insospechado se desplegaban
bajo los lamentos de sus habitantes. Virgilio como buen guía alumbró al
Caronte, “vamos” dijo, entre su voz parsimoniosa y las llamas del infierno.
Esta vez no iríamos a ver a Beatriz amada de Dante, sino íbamos por mi propia
alma. Nueve círculos para descender, lentamente cumpliendo las estrictas leyes
de un sistema, cada círculo era más cruel más abominable. En eso desperté.
Buena vibra!