Me quedé viendo una obra de Remedios Varo, con la que a veces sueño y me dirijo a lugares estelares. Le contaré mi último sueño, pero no se vayan a soñar antes de que termine.
Me quedé dormida viendo la obra Papilla estelar, donde una mujer le da comer a estrellitas a la luna, de pronto, mi visión se borró, me acurruqué entre las colchas calientitas y me puse de lado, cuando siento una mano que me toca el hombro y me dice magaaa, magaaa es hora de comer; me puse de pie instantáneamente y con mi pelo enmarañado abrí la boca, realmente no tenía hambre, pero comía automáticamente. De pronto, abrí los ojos y estaba en una jaula, sentada con mi escuálido cuerpo, una mujer me miraba de frente con su cuchara de plata, una y otra vez me daba de comer, unas luminosas estrellas (no piensen que eran de la pasta Yemina o cualquier otra marca) eran estrellitas de verdad con caldo estelar. abrí los ojos más y más.
ya no quiero comer, dije. Pero la mujer me seguía dando, quería que reventará, quería que dentro de mi jaula mi escuálido cuerpo reventara. Lloré, pero ella trataba de abrirme la boca con su gran cuchara de plata. el cuarto era oscuro y sólo podía ver su rostro lleno de locura. me cansé de masticar y me pasaba por completo las sopa.
la mujer se cansó de luchar contra mi panza llena, dejó su cuchara y se fue. Yo, con mi estómago lleno, pedía que salieran de mí, de pronto un estruendoso dolor de estómago me debilitó, me dio asco y de pronto las estrellitas salieron de mi boca, como bólido fueron a dar por todos lados, la habitación se iluminó como nunca, creo que vi la sonrisa de alguna estrellita.
Cuando la mujer regresó para ver qué pasaba. Abrió la puerta y pude ver que algunas estrellitas fugaces escaparon. Sonrió y entonces abrió la ventana, las dejó escapar. Vi cómo las estrellitas escapaban, me decían adiós abriendo y cerrando sus manos. Al día siguiente me cambió a una habitación más oscura, comprendí que ese sería mi trabajo cada noche, comer estrellitas hasta volver a darles la vida.
Desperté, vi las estrellitas que tengo en las paredes y parte del techo de mi cuarto, sonreí.
por
maga sideral