Ayer estuve en casa, pensaba acerca del futuro que tomará mi vida, sólo quería estar en la sala con la luz apagada, viendo las sombras... salí a fumar a media noche , mi muchacho (gato) ni siquiera estuvo ahí. Fumé y fumé, consideré que lo que vendría sería bueno apesar de la luna menguante. Todo estará bien. Me dije. Confiando seriamente en el sideral.
Tranquila de mente (para no perder la cordura) me fui a dormir, esta vez me acosté del lado contrario de la cabecera, como cada vez cuando me preocupa algo. Me quedé volteando hacia la ventana, hacia la calle. La mercurial de la calle se iba de vez en cuando, así hasta que se apagó mi cansancio, me quedé dormida.
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