dice Ann, en una canción recordando a los amores del verano jajjaja, el aspecto irónico me arrebata en esta mañana.
Me gusta el otoño, pisar las hojas secas de los árboles, sentir en mis pies el crujir de las hojitas que cayeron de los árboles. Me gusta el color ocre. Sería más feliz si me tirara en un campo amarillo y las hojas debajo de mí. o caminar en un bosque donde sople el viento y las ramas se agiten con el viento. La palabra me gusta si suena en latín, en francés, incluso puedo aceptar el inglés.
caminaré por los bosques, sólo cubierta con hojas secas...
Si el espacio me concediera un viaje sideral, volvería a la tierra. Todas las entradas son escritas por maga, las demás firmas son de sus personajes inventados.
viernes, 19 de septiembre de 2008
miércoles, 17 de septiembre de 2008
olor a muerte fragmentada
Escribo desde el bosque donde me oculto, para no saber de los mortales que sufren y se lamen sus heridas. Es pesado perder un miembro de nuestro cuerpo, el saber que quieres moverlo y ya no se encuentra, qué verás mañana cuando puedas observar tus heridas y no esté, y haya desaparecido porque se lo llevaron.
He tenido todo el día el olor a sangre, mis manos han visto lo que en días pasado era felicidad. Los lamentos son dolorosos, pero más los daños psicológicos. Ahora gritoooo, quiero huir, no quiero sentir esto. Sé que siempre he mencionado que el sufrimiento es opcional, pero afirmo que sólo el emocional, porque el físico se queda y retoza para hacernos sentir que estamos vivos o que morimos lentamente.
El perro huele a carne fresca, busca a través de la puerta y aúlla por las noches, reclamando lo que puede ser suyo, yo me quedo con la imagen de un dedo destrozado por las tenazas médicas. Lloro. Y me pregunto por qué demonios sigo escribiendo esto??????, por qué las consecuencias son dolorosas y por qué los demás también tienen que sufrir?
Sólo pido fuerzas para sobrellevar esto, sé que estaremos mejor. El dolor desaparecerá como el miembro perdido.
Y yo tratando de hacerme inmortal.
He tenido todo el día el olor a sangre, mis manos han visto lo que en días pasado era felicidad. Los lamentos son dolorosos, pero más los daños psicológicos. Ahora gritoooo, quiero huir, no quiero sentir esto. Sé que siempre he mencionado que el sufrimiento es opcional, pero afirmo que sólo el emocional, porque el físico se queda y retoza para hacernos sentir que estamos vivos o que morimos lentamente.
El perro huele a carne fresca, busca a través de la puerta y aúlla por las noches, reclamando lo que puede ser suyo, yo me quedo con la imagen de un dedo destrozado por las tenazas médicas. Lloro. Y me pregunto por qué demonios sigo escribiendo esto??????, por qué las consecuencias son dolorosas y por qué los demás también tienen que sufrir?
Sólo pido fuerzas para sobrellevar esto, sé que estaremos mejor. El dolor desaparecerá como el miembro perdido.
Y yo tratando de hacerme inmortal.
viernes, 5 de septiembre de 2008
por que amo tanto a kerouac? incluso este blog debería llamarse kerouac y maga o algo parecido
Creeré que estás loco cuando envíes una carta a una persona que ya está muerta... bueno pues ayer me levanté asustada porque estaba soñando con Kerouac. HOy parte de la mañana me la he pasado en internet buscando direcciones postales de donde vivía Kerouac. Resultados: una casa blanca. Ahora que lo pienso empezaré a enviar cartas contándole que me encuentro bien, que regresé bien de aquel viaje que hice hace al pasado, cuando Neal murió en México, recuerdan? que fui a avisarle a Jean Ti (kerouac) que había muerto, bueno pues ese fue mi primer encuentro con él, en su tiempo.
segundo encuentro:
Cuando Kerouac murió fui a verlo en su tumba, era yo una mujer vestida de negro, que recitaba poemas de Berceo en latín, todos pensaron que tenía al demonio dentro y que hablaba en el idioma del demonio. Pero sólo le deseaba buena suerte en su camino al Mictlán. No me habló, no me vio, sólo parecía que dormía, que sus ojos de gato descansaban, estaría pensando en el último programa de tv que vio cuando le surgió el dolor insoportable en su amargo estómago.
Le toqué los ojos, miré sus labios. Reposaba como un niño tras una larga caminata. "Quién cuidará de mi gato" mientras se iba desvaneciendo su alma.
Te recordaré Kerouac... Sólo le dije, mientras mi boca besaba mi dedo índice y se despedía en su boca.
maga de apellido kerouac
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