miércoles, 17 de septiembre de 2008

olor a muerte fragmentada

Escribo desde el bosque donde me oculto, para no saber de los mortales que sufren y se lamen sus heridas. Es pesado perder un miembro de nuestro cuerpo, el saber que quieres moverlo y ya no se encuentra, qué verás mañana cuando puedas observar tus heridas y no esté, y haya desaparecido porque se lo llevaron.
He tenido todo el día el olor a sangre, mis manos han visto lo que en días pasado era felicidad. Los lamentos son dolorosos, pero más los daños psicológicos. Ahora gritoooo, quiero huir, no quiero sentir esto. Sé que siempre he mencionado que el sufrimiento es opcional, pero afirmo que sólo el emocional, porque el físico se queda y retoza para hacernos sentir que estamos vivos o que morimos lentamente.
El perro huele a carne fresca, busca a través de la puerta y aúlla por las noches, reclamando lo que puede ser suyo, yo me quedo con la imagen de un dedo destrozado por las tenazas médicas. Lloro. Y me pregunto por qué demonios sigo escribiendo esto??????, por qué las consecuencias son dolorosas y por qué los demás también tienen que sufrir?
Sólo pido fuerzas para sobrellevar esto, sé que estaremos mejor. El dolor desaparecerá como el miembro perdido.

Y yo tratando de hacerme inmortal.

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